Y después del confinamiento... ¿final de curso?

En tiempos de confinamiento estamos intentando mantener la actividad académica en todas nuestras etapas educativas, desde Educación Infantil hasta la Universidad. Se ha invertido tanto en recursos materiales (tecnológicos) como humanos para una rápida adaptación. Y, a menudo, estos esfuerzos hechos por el sistema educativo (escuelas y universidades) no son percibidos ni valorados por la sociedad.

Quizá nuestro alumnado más joven (etapa infantil y los primeros cursos de educación primaria) es el que tiene una adaptación más difícil. La brecha digital en situaciones de crisis se ensancha y lo que es una oportunidad para unos es una desventaja para otros. A pesar de todo, seguimos adelante.

Informe Google sobre la movilidad en el estado español (parte I)

El impacto del confinamiento es claramente visible en datos. El informe de Google publicado recientemente (COVID-19 Community Mobility Reports) nos permite constatar los cambios significativos y drásticos en cuanto a la movilidad de las personas. A partir de aquí, es evidente que nuestros hábitos y forma de relacionarnos ha cambiado en estas tres semanas.

Informe Google sobre la movilidad en el estado español (parte II)

Pero cuando acabe el confinamiento, ¿cómo será la situación emocional de nuestros estudiantes ante un eventual retorno a las aulas? Podemos encontrar en Internet multitud de artículos (por ejemplo, el de IntraMed) que nos advierten del impacto psicológico del confinamiento y facilitan recomendaciones a las autoridades de cómo actuar para reducir dicho impacto.

Los casos de cuarentena anteriores (SARS 2003 o ébola 2014) son difícilmente comparables con el confinamiento por COVID-19. El COVID-19 es una pandemia mundial mientras que los otros casos eran más localizados. Si nos fijamos en los factores de estrés durante la cuarentena, todo parece indicar que el confinamiento del COVID-19 tendrá una duración mayor que los decretados en casos anteriores y el miedo al contagio en la población sigue existiendo. Esto va en nuestra contra. Pero, por otro lado, los otros tres factores (falta de suministros básicos, información inadecuada y aislamiento social) han sido mucho mejor solventados y su afectación debería ser mucho menor que en los casos analizados.

Aunque diferentes estudios anteriores nos pueden orientar, es una verdadera incógnita saber el impacto que este confinamiento producirá en nuestros jóvenes y cuál puede ser su situación emocional para afrontar el final del curso académico. Aquí es donde aparece la evaluación. Y como docentes tenemos que reflexionar cómo debemos afrontarla la situación excepcional como en la que nos encontramos.

Ya llegan informaciones que habrá una flexibilización en los exámenes de Selectividad. Por otro lado, aparecen noticias hablando de un aprobado general en ciertas etapas educativas. Mientras unos docentes lo ven razonable otros se rasgan las vestiduras. Más allá de polémicas, unas cuantas consideraciones:
  1. No podemos evaluar utilizando el mismo sistema como si no hubiera pasado nada. El estado emocional de los estudiantes no será el mismo para poder afrontar las actividades de evaluación.
  2. Los estudiantes habrán aprendido de manera diferente, a un ritmo diferente y en un entorno diferente. 
  3. Durante este periodo de virtualidad, los estudiantes habrán adquirido un conjunto de habilidades y técnicas que seguramente no vayan a ser evaluadas.
  4. Los docentes durante este periodo habrán adaptado (o no) parte de sus contenidos y habrán relajado (o no) sus objetivos de aprendizaje dada la situación de excepcionalidad.
Decía David Bueno (un referente en temas de neuroeducación) que "el cerebro recuerda lo que le ha emocionado". Seguramente los cerebros de nuestros alumnos almacenen mucho conocimiento respecto a la situación vivida, más allá del los contenidos que marcan los currículos.

Para finalizar prefiero hacerlo con una frase de mi compañera de batallas, Maria Alsina, que conversando sobre estos temas dijo: “un estudiante nuestro no será mejor o peor ingeniero cuando acabe su grado de 4 años por estos tres meses que le ha tocado vivir”.

Comentarios

Entradas populares